¿Quién Causa Tanta Alegría?

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Un hombre carga un "toro" hecho de cartón con fuegos artificiales llamado "Toro Encuetado" durante la celebración de la Gritería Chiquita hoy, en León (Nicaragua). EFE/ Jorge Torres

San José, Costa Rica (EFE).-

Los creyentes católicos del noroeste de Nicaragua y curiosos celebraron este lunes la tradicional “Gritería Chiquita”, una fiesta religiosa popular con la que se conmemora una romería organizada en 1947 por el entonces obispo Isidro Oviedo y Reyes para rogar a la Asunción de María que detuviera una violenta erupción del volcán Cerro Negro.

La llamada “Gritería Chiquita” se hizo popular de inmediato entre los fieles católicos de la ciudad nicaragüense de León, quienes consideraron un milagro el cese de la erupción hace 76 años del volcán Cerro Negro, de 728 metros de altura y uno de los más activos de Nicaragua.

Guissela Lacayo, alcaldesa Sandinista de la ciudad de León, Primera Capital de la Revolución, repartiendo la tradicional gorra en el edificio municipal. Foto de Oscar Alberto Quintana

Desde entonces, como este lunes, cientos de nicaragüenses salen a las calles de León, 90 kilómetros al noroeste de Managua, para dedicar cantos y rezos de agradecimiento a la Asunción de María en cada altar religioso que encuentran en su camino, y a cambio, reciben regalos de los dueños del sagrario que en su mayoría consisten en dulces, frutas o alimentos.

La fiesta mariana se inició con el característico grito de “¡¿Quién causa tanta alegría?!” del obispo de la diócesis de León y Chinandega, Socrates René Sándigo, desde el altar mayor de la Catedral de León, y la consiguiente respuesta de los feligreses: “¡La Asunción de María!”.

Varias personas se reúnen frente a la Catedral de León para la celebración de la Gritería Chiquita, hoy, en León (Nicaragua). EFE/ Jorge Torres
Monseñor Sócrates René Sándigo Jirón, Obispo de la Diócesis de León, Nicaragua.

MEZCLA DE RELIGIÓN Y TRADICIONES LOCALES

La celebración este año fue acompañada con el tradicional baile de “La Gigantona y el Enano Cabezón”, protagonizado por personajes que encarnan a una mujer de unos tres metros de altura o más, y su pareja, un pequeño varón con una cabeza desproporcionadamente grande para su tamaño y cuerpo, que danzan al son de tambores y se detienen cada vez que un pregonero suelta una “bomba”, es decir, una noticia que ridiculiza a alguien conocido.

Las calles de León también fueron tomadas por los “toros encuetados”, como se le conoce a hombres vestidos con traje en forma de toro, que cuenta con un arsenal de fuegos artificiales, y corren por las vías tirando llamas.

La Real e Insigne Basílica de la Asunción de la ciudad de León, una catedral declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue escenario de un espectáculo luminoso, que formó parte de las festividades.

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La fiesta se denomina “Gritería Chiquita” porque es una expresión similar a la “Gritería” que se celebra en toda Nicaragua cada 7 de diciembre, en honor de la Concepción de María, con la diferencia de que esta únicamente se realiza en León.

La “Gritería Chiquita” o “Gritería de Penitencia” recuerda ese suceso ocurrido hace 76 años, y que los habitantes leoneses consideran milagroso, como fue el fin de una de las erupciones más fuertes en la historia del volcán Cerro Negro, ubicado a unos 20 kilómetros de León, que lo atribuyeron a la peregrinación y a las plegarias realizadas a la Asunción de María.

La fiesta religiosa leonesa también atrae a cientos de nicaragüenses que llegan desde diferentes ciudades del país centroamericano, incluso a turistas de otras nacionalidades, según constató EFE.

Gracias a nuestras colaboradoras, de izq. a der., Dolys Alvarado Pineda, Tania López Rodríguez y Jescania Aguinaga.

La virgen María es una de las figuras más veneradas en Nicaragua, donde el 58,5 % afirma profesar la religión católica.

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