El departamento de León ubicado a unos 93.7 km de la capital de Nicaragua es azotado por dos grandes fenómenos en la temporada de verano: “Las Tolvaneras” y Ola de Calor.
¿Qué son las tolvaneras?
Las Tolvaneras son un fenómeno peculiar que afecta al departamento de León, Nicaragua. Estas son tormentas de polvo que se levantan repentinamente debido a la combinación de vientos fuertes y suelos secos. La palabra “Tolvanera” se deriva de “tolva”, que se refiere a un embudo utilizado para verter granos, lo que refleja la naturaleza de cómo el viento levanta el polvo y lo arremolina en el aire.
Imagina una tarde tranquila en León. El sol brilla intensamente sobre los techos de tejas rojas y las calles de adoquines. De repente, una brisa comienza a soplar, pero no es una brisa normal. Es áspera, caliente y está cargada de polvo. La visibilidad disminuye rápidamente mientras una nube de polvo se levanta y envuelve la ciudad.
¿Qué pasa cuando el fenómeno de las Tolvaneras se da en un escenario de altas temperaturas?
Cuando el fenómeno de las Tolvaneras se combina con altas temperaturas, el riesgo de incendios forestales se incrementa drásticamente, creando una situación peligrosa y devastadora para el departamento de León.
Para locales es como ver un día abrasador en medio de la temporada seca. El sol castiga implacablemente la tierra, evaporando la humedad y convirtiendo la vegetación en una reserva de combustible seco y listo para arder. En este escenario, una Tolvanera emerge de repente, como un torbellino de caos y polvo.
El viento, que ya está soplando con fuerza, ahora se convierte en un agente portador de desastre. Levanta el polvo y los desechos, creando una cortina espesa que reduce la visibilidad a cero. La combinación de aire caliente y polvo crea una sensación sofocante, como si el aire mismo estuviera ardiendo.
En medio de esta tormenta de polvo, el menor chisporroteo puede desencadenar un incendio forestal. Una colilla mal apagada, un rayo, o incluso el roce de ramas secas pueden ser suficientes para iniciar una conflagración que se propaga rápidamente, alimentada por la vegetación seca y el viento furioso.
Unidades bomberiles trabajan fuertemente para lidiar con los efectos de estos fenómenos
En los abrasadores días de verano en León, las unidades bomberiles se lanzan valientemente a la acción, enfrentando una triple amenaza: las tolvaneras, la ola de calor y los incendios forestales.
El mayor Benito Hernández, jefe de operaciones del Benemérito Cuerpo de Bomberos en la ciudad de León explica que cuando una tolvanera golpea la zona, las unidades bomberiles están en alerta máxima, se adentran en la tormenta para enfrentar cualquier emergencia que pueda surgir. Con sus vehículos rugiendo, atraviesan el torbellino de polvo para llegar a los lugares donde se necesite su ayuda.
El trabajo de las unidades bomberiles es arduo y peligroso, pero están motivados por un sentido de deber y un profundo amor por su comunidad. Arriesgan sus vidas para salvaguardar la seguridad y el bienestar de todos, demostrando una vez más su compromiso inquebrantable con el servicio público y la protección del medio ambiente.
“Hasta el momento ningún voluntario se nos ha desmayado, sabemos que ese riesgo lo corremos, por que estamos bajo el sol inclemente y apagando fuego, en cualquier momento uno de nosotros puede sufrir un golpe de calor o ponernos en una situación que afecte de nuestra salud” dijo Hernández.
Mientras tanto, la ola de calor envuelve la ciudad en un abrazo sofocante. Las temperaturas alcanzan niveles peligrosos de 38 a 39 grados centígrados a veces hasta los 40, poniendo en riesgo la salud de la población y aumentando la posibilidad de que se desencadenen incendios forestales.
El problema del agua en los hidrantes
El fin de semana estaban activos más de nueve incendios forestales en toda la zona de León, de cara a esto las unidades bomberiles se movían con rápidamente, desplegando sus equipos y estrategias para contener el fuego. Sin embargo, se encontraron con una barrera crucial: muchos de los hidrantes cercanos estaban secos o proporcionaban un flujo de agua insuficiente para combatir el incendio.
“Hemos tenido problemas en la red hídrica en toda la ciudad de León, hay repartos que no llega el agua para nada, pedimos una solución ya que los incendios nos afectan” relata una local que habita cerca de las huertas del reparto William Fonseca, lugar donde se registró el incendio forestal más grande de estos días.
Finalmente, después de horas de arduo trabajo y cooperación, las unidades bomberiles lograron ganar terreno contra los incendios, aseguran que están en alerta ante estos siniestros que se dan con regularidad en tiempos de Tolvaneras y de altas temperaturas.
