San José, (EFE).
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció este lunes en Managua que prevén la expulsión de gases, cenizas, arenas y rocas del volcán Masaya, uno de los más activos del mundo, que se encuentra en actividad eruptiva desde diciembre de 2015 y en donde se ha formado un lago de lava.
Según un informe del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), citado por Murillo, el lago de lava en el volcán Masaya se mantiene cubierto con arena, cenizas y rocas, y registra una “ligera salida de gases y un nuevo hundimiento de la pared suroeste, donde también hay una salida de gases”.
“Queremos decirles que hay probabilidades de exhalaciones en pequeñas explosiones de gases, cenizas, arenas, y rocas”, indicó Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, a través de medios oficiales.
“En general, los indicadores del volcán Masaya son de calma relativa y, por lo tanto, no hay peligro para la población en general”, afirmó.
El lago de lava, apodado ‘La boca del infierno’, hierve a más de 1.093,3 grados Celsius. El volcán Masaya emite más de 330.000 toneladas de dióxido de carbono cada año.
El lago de lava del volcán, uno de los más activos de América, atrae a miles de personas cada año, tanto por la rareza del fenómeno como por su fácil acceso, ya que se encuentra a 23 kilómetros de Managua y los turistas pueden alcanzar el borde del cráter en automóvil.
El volcán Masaya está situado en el Parque Nacional del mismo nombre, que está rodeado por un bosque tropical seco que crece entre las rocas porosas de antiguas erupciones.
Según estadísticas oficiales, unos 140.000 turistas visitan cada año el Parque Nacional Volcán Masaya, cuyo principal atractivo es llegar al borde del cráter activo.
Desde 1520 se ha registrado al menos 18 diferentes actividades en Masaya, incluidas erupciones volcánicas en 1772 y 1820, de acuerdo con la información oficial.