La huella dactilar es la estructura formada en la yema de los dedos por las crestas papilares. Esta
es única para cada persona, se forma en el período de gestación y no cambia, hasta que nos
convertimos en cadáver y se destruye la piel. No se ha hallado todavía dos impresiones idénticas
producidas por dedos diferentes y menos de una persona a otra. Tus huellas dactilares son
originales y por tal razón es uno de los métodos de identificación más útiles y veraces que existe.
Si tu simple huella dactilar es original y única, eso te convierte a vos, en una persona única y
singular. La palabra en Romanos 12:4 TLA, dice: “El cuerpo humano está compuesto de muchas
partes, pero no todas ellas tienen la misma función.” Si tus partes del cuerpo tienen cada una
función diferente, que las hace especiales, únicas, irremplazables, por qué tú quieres pasar toda la
vida, copiando o imitando a otros, queriendo ser como otros, viviendo la vida de otros. En
ocasiones, piensas que a los otros les va bien o mejor que a ti, pasas menospreciando y
minimizando el valor que tienes, lo que hay en ti y tus vivencias. Muchos anhelan darlo todo, por
vivir la vida de alguien más, por querer ser alguien más. Otros han limitado sus talentos y
habilidades, buscando copiar únicamente lo que otros hacen o crean, y toman los logros de otros
como propios, usurpando lugares que no les corresponden.
Dios te hizo único, se original. Ten un pensamiento independiente y crítico. Impregna las cosas
con tu singularidad y estilo personal. Dale vida a algo desde tu perspectiva. Descubre quien eres y
de lo que eres capaz, aunque eso signifique, hacerlo de una manera diferente al resto. Tienes un
valor único que aún no has descubierto. Descúbrete.
