En una esquina tranquila de la ciudad de León, en el barrio de Fundeci hay un hogar que siempre está lleno de vida y esperanza. Wendy Chavarría y Verónica Chavarría, dos hermanas apasionadas por los animales, quienes han convertido su casa en un refugio temporal para perros y gatos que necesitan un segundo chance luego lo dan en adopción.
Todo comenzó desde que estaban niñas cuando encontraron a un “gatito” herido en la calle. Sin pensarlo dos veces, lo llevaron a casa, lo cuidaron y, una vez recuperado, buscaron una familia amorosa para él. Desde ese momento entendieron que eran animalistas, un amor espontáneo en proteger a cada “animalito” que veían en condiciones vulnerables.
La casa de Wendy y Verónica es un lugar donde los ladridos y los maullidos son música constante. Se aseguran de que cada animal esté sano y feliz antes de empezar el proceso de adopción. Pero su labor no termina allí. Ellas relatan que no tienen miedo expresar su duelo cuando una de su mascota pierde la vida.
En León, las dos hermanas Chavarría son conocidas como las ángeles de los animales. Pero para ellas, el verdadero ángel es cada familia que abre su corazón y su hogar a un animal necesitado. Su misión de esperanza continúa, impulsada por cada cola que se agita y cada ronroneo agradecido.