La frase “chancleta vieja” me trajo un gran aprendizaje, y tiene una gran utilidad en todos los
ámbitos. Por ejemplo, hay esposos que tratan a sus esposas como chancletas viejas, pero no se
percatan que puede llegar un descalzo y se las pone, porque para él, esas chancletas viejas serán
de gran valor. La chancleta vieja se refiere a algo que ya has usado por mucho tiempo y quizá se ha
desgastado. Algo que ya perdió valor, o que “no sirve para nada”. En cierta forma es algo
despectivo, que denota desprecio, se aplica a las personas, situaciones o cosas. El valor de las
cosas es relativo, según la psicología, lo que para ti no es útil o valioso para otro, puede ser de
gran estima y ultra mega valioso. En Proverbios 11:12, nos dice: “El que menosprecia a su prójimo
carece de entendimiento, pero el hombre prudente guarda silencio.”. Es de necios menospreciar a
la gente y a las cosas. Las cosas que desechas, otros que no tienen nada, podrán recoger como un
gran tesoro, porque no lo tenían. No debemos menospreciar nada ni a nadie, todo y todos tienen
un valor, porque cada persona y cada experiencia tienen un propósito y una función, en la vida de
los demás. Todo viene hacer al final un aprendizaje, un recuerdo, una anécdota, que forma en
nosotros lo que somos en el presente, ¿por qué menospreciar?. Quizá si algo ya perdió el valor, es
porque ya llegó al final de su vida útil en nuestra vida, es porque ya llegó la hora de no ser más
parte de nosotros, pero eso no le quita el valor y la utilidad, que sigue teniendo. Recuerda, la vida
nos enseña que aún el desecho se puede reciclar, reusar y reutilizar. Aún el desecho tiene valor.
Entonces, ¿por qué menospreciar, la chancleta vieja?.