Madrid, (EFE).
La cineasta Marita Barea reconoce que ha mejorado el acceso de las mujeres a la educación y al mercado laboral en el Perú, pero matiza que la situación no ha cambiado tanto como se esperaba y la “mentalidad patriarcal” aún continúa en su país.
Considerada una de las pioneras del cine feminista peruano, Barea ha presentado estos días “Miss Universo en el Perú” en el Festival Internacional de Documentales de Madrid, una cinta rodada en los años ochenta, pero que se muestra por primera vez restaurada en España.
Según la directora, a pesar de que fue realizada hace 40 años, se trata de un tema vigente.
“La mentalidad patriarcal todavía está muy internalizada en el país, donde el hecho de ser mujer no necesariamente refleja una actitud crítica frente a una serie de condicionamientos”, explica en una entrevista con EFE.
Puntualiza que “las mujeres sí han evolucionado mucho en el sentido de que han tenido mayor acceso a la educación y han podido lograr su independencia económica que fue, en gran medida, lo que las mantuvo sometidas durante muchos años”.
Sin embargo, en la medida en que las mujeres son más “rebeldes”, también ha empezado a haber muchos hombres que se sienten “atacados”.
“La ignorancia contribuye mucho a la violencia de género. Hay cuestiones psicológicas -detalla- que tienen que ver con la crianza de muchos jóvenes que crecen con carencias de una figura paterna o materna, en una sociedad muy en crisis en todos los sentidos”.
DENUNCIA SOCIAL Y FEMINISTA
Barea perteneció al Grupo Chaski de cineastas, formado en el año 1982 en el Perú, época de optimismo por la llegada de la democracia tras doce años de dictadura militar. Su objetivo era mostrar la realidad social de las zonas más marginales del país.
La cinta “Miss Universo en el Perú” es el primer trabajo de este grupo, considerada una de las primeras películas feministas peruanas de la historia, donde se cuenta cómo fue la organización de ese certamen de belleza de aquel mismo año en un momento delicado del país.
La directora peruana explica que se enteraron por los periódicos de que se iba a celebrar el concurso, en un momento particularmente crítico en el plano económico y el social después de un proceso de reformas que se dio con el gobierno militar de Velasco Alvarado.
“En esa coyuntura, se realiza este evento, al cual los medios le dan muchísima cobertura, reflejando la frivolidad e indiferencia de los gobernantes. En las entrevistas se pone en evidencia a las autoridades, quienes se dedicaban únicamente a exaltar las virtudes de las reinas de belleza”, denuncia Barea.
Además de esto, se muestra una visión muy crítica de la cosificación de la mujer, con varias entrevistas a líderes del movimiento feminista de aquella época, que cuestionaban todo lo que estaba sucediendo.
Para acabar, la cineasta resalta la actualidad de esta película para que la gente joven entienda la historia. “El feminismo no es algo nuevo, es una lucha en la que nos hemos mantenido durante décadas”, remata.
Lucía Alegrete