“Hay que escuchar a los niños”, dice Huaiquimilla, candidata a los Ariel

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Fotografía de archivo en la que se registró a Claudia Huaquimilla, la primera cineasta chilena de la etnia mapuche, durante una entrevista con Efe, en Santiago de Chile. EFE/Mario Ruiz

Santiago de Chile, (EFE).

La cruda realidad de las cárceles de menores en Chile, en las que fallecieron más de un millar de niños y adolescentes en los últimos 15 años, viajará en forma de película a los premios Ariel (México) gracias a la cinta “Mis hermanos sueñan despiertos”, de la joven Claudia Huaiquimilla.

“Esta es una historia que duele. Los centros menores en Chile son cárceles, espacios donde los niños son tratados como adultos criminales”, aseveró a Efe Huaiquimilla, de 34 años y también directora de “42 días en la oscuridad” (la primera serie chilena en Netflix), durante una entrevista virtual.

La vida de los hermanos Ángel y Franco, abandonados por su madre y recluidos en un centro del Servicio Nacional de Menores (Sename), ejemplifica el abandono de los adolescentes en situaciones marginales, una realidad a la que Chile lleva años mostrándose “indiferente”, agregó la cineasta de origen mapuche.

“Mis hermanos sueñan despiertos”, su segundo largometraje después de Mala Junta (2016), participará en la categoría a Mejor Película Iberoamericana en la 64 edición de los premios Ariel, que entregará la academia de cine de México el próximo 11 de octubre.

Pregunta (P): Esta película habla de una realidad desgarradora. ¿Por qué eligió este tema?

Respuesta (R): Porque hay que hablar de cómo se sienten los niños, sobretodo estos niños que parece que sean “personajes no deseados”, y de la indolencia de nuestro país hacia el dolor de esa infancia. Los centros del Sename son cárceles, son espacios que coartan y quitan individualidad y donde los niños son tratados como adultos criminales.

Es una temática que me duele, que me confronta. Son muchas circunstancias las que llevan a los niños a estar ahí y todo el sistema está fallando. Cuántos gritos de auxilio, desesperados, que no son escuchados por un país que los mira indiferente.

P: Tanto “Mala Junta” como esta película están protagonizadas por adolescentes. ¿Qué le llama la atención de este grupo y cómo es trabajar con ellos?

R: Para mí ellos tienen una vitalidad y una sensibilidad que les hace ver temas que para los adultos son invisibles. Una mirada con la que tenemos que conectar. Además, no existen muchos canales de expresión donde los jóvenes sean vistos como generadores de cambio, en general se les minimiza cuando sí pueden ser conductores de sus propias historias.

Me gusta generar esos espacios, en los que los adultos tienen que estar en silencio y escuchar lo que ellos tienen que decir.

P: Usted es de origen mapuche, ¿cómo cree que ha afectado a sus películas el hecho de ser mujer e indígena?

R: Tiendo a ligar mis proyectos a mis raíces. El ritmo mapuche de contemplar, de cómo observar, de ser uno con los demás y el entorno… Esto lo aplico a mi forma de hacer cine. Yo sé que el árbol nativo se demora 200 años para crecer, por eso no siento esa ansiedad que tienen mis pares directores.

Siento una necesidad de contar historias, pero no de producir más y rápido. Cómo filmo las películas y cómo las distribuyo, trato de hacerlo en red, de forma horizontal con el equipo, como un trabajo más pequeño pero constante.

P:¿Cómo ve la escalada de violencia (de) DEL denominado “conflicto mapuche” en el sur del país?

R: La mirada que hay sobre el pueblo mapuche sigue siendo muy paternalista. Hace falta un reconocimiento real y un diálogo desde lo profundo. Este conflicto, al igual que el del Sename, no es del Gobierno, es del Estado. Tiene que pasar por una restitución de derechos que han sido vulnerados durante siglos.

P: Chile atraviesa un momento clave. En septiembre votará si quiere una nueva Constitución o si prefiere mantener la actual. ¿Qué espera del plebiscito?

R: Espero que se apruebe, aunque sé que es difícil porque a los chilenos nos dan mucho miedo los grandes cambios. Aun así, tengo muchas esperanzas, sobretodo por los cambios en relación a los temas de la mujer, la infancia y el medioambiente, que por primera vez se han puesto en primer lugar.

Patricia Nieto Mariño

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