Cuando es final del año, y estás estudiando, esperas recibir tus calificaciones escolares,
para saber si pasaste o no, si aprobaste o no. No obstante, hay momentos que te toca
reprobar asignaturas, ¡Ay! que difícil es decirle a un padre que dejaste el año y te tocará
repetirlo. ¡La que te espera en casa!. Al estar en este punto, solo pasa por tu mente, ¿Qué
paso? ¿Por qué reprobé? y al analizarlo bien te das cuenta de que desaprovechaste el
dinero de tus padres, el conocimiento y el tiempo. Realmente triste. Estamos cerca de
finalizar este año y muchos, llegaremos a esta misma conclusión “que hemos
desaprovechado este año”. Y la biblia advierte sobre esto en Efesios 5:15-17 NBV: “ Así
que tengan mucho cuidado de cómo viven. Vivan como sabios, no como
necios; aprovechen bien cada oportunidad, porque los días son malos; no sean tontos,
sino traten de entender cuál es la voluntad de Dios.” Los sabios son los que aprovechan
bien las oportunidades. Cada oportunidad genera experiencia, habilidad, y crecimiento.
Aprovechar, significa sacar el máximo provecho de algo. ¿Le estás sacando el máximo
provecho a lo que haces?. Cada día y cada año es una nueva oportunidad. Cada
oportunidad es un nuevo comienzo. No te limites, vuelve a empezar, no te detengas. Es
hora de reiniciar y aprovechar mejor el tiempo que se avecina. Te doy un ejemplo, dos
personas pueden pertenecer a la misma familia, venir del mismo padre, tener las mismas
facilidades para estudiar, pero uno triunfa y el otro no. ¿por qué?, no es suerte ni nada de
eso, es que uno si sabe aprovechar las oportunidades y el otro las desperdicia. ¿Cuál
eres tú? El éxito de la vida radica en saber aprovechar las oportunidades. ¡Siempre
podemos volver a empezar, ahora hazlo mejor! ¡Es hora de aprovechar!