Por Sandra Chiong
En el libro de Mateo 14:11-33, se narra que Jesús caminaba sobre el agua, y la barca en donde estaban sus discípulos, estaba siendo azotada por fuertes vientos, que incluso no creían que él era el que venía a ellos, y que Pedro, le pidió le mandara a caminar igual que él, sin embargo, Pedro no lo logró del todo, porque le faltó fe. Algunas personas no catalogan esta hazaña como un milagro, en cambio los cristianos creemos que si fue un gran milagro. Lo identifiques tú o no, como tal, hoy yo quiero hablarte acerca de lo que significa en la vida cotidiana.
Desde el punto de vista espiritual, caminar sobre el agua, significa: tener fe, arriesgarse, creerle a Dios, tener esperanza, significa ser osados, imponer una marca y llegar más allá de donde otros no han podido llegar. Muchos de nosotros necesitamos en estos tiempos de crisis e incertidumbres políticas, sociales y religiosas, tener mucha más fe que antes, necesitamos tomar riesgos que antes no hubiéramos pensado tomar. Necesitamos alcanzar mayores estándares profesionales, laborales para sobresalir y tener éxito en la vida. Sin embargo, pensamos que caminar sobre el agua, está reservado para la persona de Jesús, lo cual no es verdad, la palabra de Dios afirma en Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.”
Jesús no es el único que puede caminar sobre el agua tú y yo, también podemos hacerlo, cuidado, y ya lo estamos haciendo, sin habernos dado cuenta. Te animo hoy, ¡Arriésgate¡ ¡emprende¡, ¡ crea¡, lánzate a conquistar tus sueños, tus metas, no pienses en tus limitaciones, ésas solo te paralizarán, en Cristo no hay límites.
