Bangkok, (EFE).
La búsqueda para localizar a 23 personas que permanecen desaparecidas tras el hundimiento de un navío de guerra en las aguas de Tailandia entró este jueves en su cuarto día, en una operación contrarreloj en la que las posibilidades de hallar supervivientes se ve cada vez más escasa.
Según los últimos datos divulgados por la armada, 23 tripulantes del buque militar HTMS Sukhothai, que se hundió el pasado domingo con 105 individuos a bordo, siguen desaparecidos, mientras que al menos seis personas murieron en el siniestro.
Un total de 76 marineros fueron rescatados con vida, de los cuales 58 “han regresado a casa” y 18 permanecen ingresados en hospitales, con diferentes estados de salud, precisó la institución en sus redes sociales.
El HTMS Sukhothai, un buque corbeta, se hundió en la noche del domingo a unos 37 kilómetros de la costa de la provincia tailandesa de Prachuap Khiri Khan, al suroeste de Bangkok, debido a un fuerte temporal que provocó la entrada de agua en la sala de máquinas.
Para este jueves, la Marina amplió el área de búsquedas a 40 millas náuticas (o 72 kilómetros) desde el epicentro del naufragio, al paso que un dron submarino y un equipo de buceadores realizan inspecciones en el barco hundido en un intento de localizar algún vestigio de los desaparecidos.
Las búsquedas se concentran en once puntos diferentes y cinco barcos de la armada participan de las labores de socorro, según precisó la Marina.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, las fuertes lluvias del domingo hicieron que el barco se inclinara a la izquierda, lo que propició la entrada de agua por un tubo de escape lateral y provocó cortes de energía tanto en el motor principal como en el auxiliar.
Asimismo, indican que no había chalecos salvavidas suficientes para todos los tripulantes y han emergido dudas sobre las condiciones de navegabilidad del buque, ya que este supuestamente tenía pendiente una revisión sobre el mantenimiento del casco.
Eso llevó a que algunos partidos de oposición anunciaran que presentarán una moción urgente para un debate sobre el incidente en el Parlamento, según recogen este jueves los medios locales.
Voces opositoras al Gobierno igualmente han pedido la renuncia del primer ministro tailandés, Prayut Chan-ocha, como ministro de Defensa, cargo que ejerce simultáneamente, para “demostrar su responsabilidad”.
Prayut, por su parte, ha trasmitido su solidaridad a las víctimas y dijo que acompaña el transcurro de las investigaciones, pero hasta el momento ha evitado comentar las causas del siniestro y las supuestas irregularidades en materia de seguridad, al afirmar que la gente “no debería empeorar la situación con sus críticas”.
