Barro Colorado, la isla laboratorio en el Canal de Panamá que estudia la crisis climática

0
172
Personas recorren la isla Barro Colorado, el 19 de julio de 2024, en el Canal de Panamá, (Panamá). EFE/ Carlos Lemos

Barro Colorado (Panamá), (EFE).

En medio del Canal de Panamá hay una isla convertida en un laboratorio natural desde hace 100 años que ahora sirve a los científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) para estudiar los efectos de la crisis climática y sus posibles soluciones.

Bautizada como “Barro Colorado”, esa isla de 15 kilómetros cuadrados se ubica en el Lago Gatún, uno de los dos embalses que sirven a la importante vía interoceánica de Panamá, donde alberga a 1.300 especies de plantas, 380 de aves, 100 de mamíferos y decenas de miles de otros organismos.

Allí ese instituto estadounidense mantiene una base científica para realizar distintas investigaciones relacionadas con el medioambiente tropical con grupos de expertos y estudiantes becados, unos 400 cada año. Rodeados de un frondoso bosque, mantienen al menos dos investigaciones sobre la crisis climática.

Barro Colorado es “fascinante porque tiene mucha historia y eso es algo que ayuda mucho a los biólogos. Aquí se pueden hacer muchas conexiones entre disciplinas. Los estudios que se hacen aquí también sirven para el estudio del cambio climático”, dice a EFE la directora de comunicaciones de STRI en Panamá, la científica estadounidense Elizabeth King.

Una de esas investigaciones es el proyecto “Sweltr”, liderado por el inglés Andrew Nottingham y la panameña Alicia Sanjur.

Se trata de un experimento “único” que calienta una parcela de suelo de la isla Barro Colorado para comprobar cómo eso afecta a la liberación de dióxido de carbono y metano, dos de los principales gases del efecto invernadero.

“Hasta ahora tenemos malas noticias. Estamos encontrando que cuanto (más) se calientan los suelos, el flujo de Co2 saliendo del suelo se incrementa un 55 % y hace que los microbios, con esa temperatura, estén respirando más. (Este resultado es una) retroalimentación positiva para el cambio climático”, explica a EFE Nottingham, biólogo y bioquímico especializado en la investigación de la crisis climática en los bosques tropicales.

El objetivo del estudio es verificar la hipótesis de que la emisión de dichos gases es mayor durante las transiciones estacionales hacia condiciones más húmedas. Para ello, han “cercado” una pequeña zona en medio de la isla donde han instalado unos sensores térmicos dentro la tierra, identificados con banderas de colores.

La investigadora panameña, Alicia Sanjur, trabaja en un experimento de calentamiento del suelo para comprobar cómo afecta la liberación de dióxido de carbono y metano en la isla Barro Colorado, el 19 de julio de 2024, en el Canal de Panamá (Panamá). EFE/ Carlos Lemos

Y, según Nottingham, los primeros resultados evidencian que se está “perdiendo el equilibrio” natural “(pues) ya la balanza de carbono (Co2) entrando y saliendo no está en balance”, sino que “está saliendo más (Co2) que entrando”, lo que afecta más al calentamiento global y la atmósfera.

“Podemos proteger y conservar los bosques; podemos hacer una retroalimentación negativa, así bajaría el nivel de Co2 en la atmósfera”, agrega el experto.

100 años de datos

Gracias a la estación científica instalada en esa isla en 1924, hay “100 años de datos” recopilados que ahora permiten analizar la crisis climática con resultados para comparar. Barro Colorado es, por tanto, el bosque tropical más estudiado del mundo.

“Por muchos años se han tomado datos sobre la lluvia y la temperatura y otros factores del clima para entender las plantas, animales y su comportamiento. Recientemente, la gente pregunta sobre el cambio climático y nosotros tenemos estos datos porque hemos estado estudiando eso, por otras razones, desde hace más de 100 años”, señala la científica King.

Uno de esos estudios es la estación meteorológica, conocida por ellos como “monitoreo físico”, que – a su vez- es la investigación más antigua de la isla, según el científico encargado de ello, el estadounidense Brian Harvey.

“Este sitio es el más viejo de la isla. Tenemos sensores para medir los parámetros de la atmósfera a largo plazo y (hemos estudiado) la lluvia y temperatura por 100 años (lo que nos da resultados) para ver los cambios a largo plazo y cómo pueden afectar”, señala Harvey.

Entre los últimos hallazgos, según cuenta Harvey, se ha comprobado que la temperatura mínima en la noche ha aumentado entre uno y dos grados celsius.

“Eso significa que (la temperatura) no baja tanto en la noche mientras que en el día no ha cambiado tanto”, explica Harvey gracias a esos resultados que se pueden comparar con años anteriores.

Barro Colorado, la isla que surgió de la creación del Canal

Barro Colorado está íntimamente asociada a la historia panameña del siglo XX. Esa isla, considerada una “meca” para los biólogos tropicales, surge cuando los ingenieros represaron en 1914 el río Chagres para hacer el Lago Gatún como parte de la creación del Canal de Panamá.

Al igual que ella, hay otras pequeñas islas en el Canal, producto de esa inundación que dejaron a flote las partes más altas de esa zona boscosa.

Esa isla, de 1.560 hectáreas sin la presencia humana más allá de los científicos, albergó en 1923 una primera base para la ciencia nombrada como “Estación Biológica de la Zona del Canal en Barro Colorado”, gracias a que el Instituto para la Investigación en América Tropical, un grupo de fundaciones privadas y universidades bajo el Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos, convenció al gobierno de la entonces Zona del Canal de establecerla.

Un año más tarde, en 1924, el laboratorio abrió sus puertas gracias a los 17.000 dólares de donantes privados, pero no fue hasta 1946 que la estación fue transferida oficialmente al Instituto Smithsonian.

duracell-banner-ads